La promesa perpetua de él no pensarte se diluye

De cuando en cuando dirijo mis pasos a las penumbras
Esperando encontrar los trozos de alma que esparcí
Me visto de ausencia y me cubro con soledades que ,no perecen
A veces aminora la ansiedad que me atrapa entre cuatro paredes
A veces, solo a veces…

El caminar sin avanzar discerniendo mis ideas
La reminiscencia de antiguas lisonjas
Caos y marañas que ciegan mi razón

En mi eterno cautiverio,
Sumisa beso el yugo de tu mano y añoro tu antídoto mortífero.

Infringí el precepto universal del recuerdo y el olvido
Solo espero que en ese cumplimiento
No me olvide de tus ojos

Seguimos siendo los mismos
Escrito en una carta póstuma
Nuestro pasado sigue sin ser.



Diana Laura R.A.
11:30 pm .
Cd. Guzmàn Jal.


en una de esas caminatas tardìas, sin respuestas vàlidas.




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